En el Estudio Lorna Gil tenemos mucha suerte con los alumnos. ¡Siempre se crea una dinámica fantástica! Aunque durante más de diez años, llamarlo suerte es excesivo. Imagino que habrá algún secreto para que en todos los grupos salga una pareja de super amigas que antes eran completamente desconocidas.
Hace poco, me dijo alguien que acaba de apuntarse a la escuela: «El ambiente de clase es genial. Todas las compañeras son muy majas«. ¡Es cierto, y no sólo en su grupo, sino en todos!
¿Será que son grupos reducidos?¿Será que no hay favoritos de la profe y todo el mundo tiene su lugar? ¿Será que son seres sensibles? No lo s, pero la lista es larga y cada curso, en cada grupo, surge una buena amistad.
-Emma y Laia
-Sarah y Angela (llegaron a compartir piso)
-Marta y Titika (comparten la pasión por comer)
-Sandra y Elia
-Jen y Elie
-Gemma y Araceli
-Marta, Silvia, Estela (quedan a desayunar antes de clase) y han montado una empresa juntas.
¡Incluso parejas!
M Angeles y Xavi.
Seguro que si vinieran más chicos, tendríamos más parejas.
Y no importa si alguna de ellas deja de poder venir a ballet, porque a lo mejor empieza una familia o llegan proyectos importantes. La amistad perdura.
Y es que el ballet no será un baile social como la salsa, aunque el ambiente de clase es fantástico. Y no podemos ser más felices. Nos encanta ver como surgen estas amistades.
Celebramos los cumpleaños, los matrimonios, el fin de tesis, las maternidades, las gastro-dance., descubrimos que tenemos muy buenas cocineras, como Inés Moreno Serrano.
En el caso de los adultos, todos en el grupo saben quien está pasando por qué momento de la vida y se preguntan. Al poder recuperar clases en otros grupos poco a poco se conocen.
Cuando llega el fin de curso, al funcionar como una compañía, es necesaria la compenetración. Todos los grupos tienen un papel en la obra que se entrecruzan con los otros personajes.
Realmente a mí me gusta decir que El estudio Lorna Gil es la familia de la danza y es que tiene todas las características de familia que se lleva bien.
El ambiente de clase es algo maravilloso. No sólo se quieren entre las amigas que se convierten en íntimas. Siempre hay colaboración, ayuda, apoyo, risas y alegría. Si entra alguien nuevo en un grupo, en seguida lo acogen. Saben que, como ellos el primer día, vienen preocupados.
Además de tener un trabajo que nos gusta, trabajamos en un ambiente de ensueño.
¡Gracias!
