¿Qué es la memoria muscular?

Cómo se entrena la memoria muscular.

Hace mucho mucho tiempo había un hombre que vivía en una casa en lo alta de una colina. Cada vez que necesitaba víveres o herramientas tenía que bajar al pueblo que estaba a la derecha en la loma de la colina. Cuando hacía buen tiempo podía elegir diferentes caminos: el directo,  el más sombreado, el que pasaba junto a un riachuelo, el que tenía mejor vistas, etc….

Una vez que llegaba el invierno también lo hacía la nieve. Y el habitante de la casa de la colina para poder bajar al pueblo de la ladera tenía un trineo. Cada año era lo mismo. Un día amanecía todo nevado. La nieve virgen impoluta y blanca lo había cubierto todo. Ya no había ningún camino.

EL HOMBRE DEL TRINEO Y LA MEMORIA MUSCULAR
 El primer día que necesitaba bajar al pueblo, nuestro hombre de la colina cogía su trineo y se armaba de paciencia pues sabía que el viaje iba a ser largo. Aunque el trayecto fuera corto. Tenía que controlar cada bache en la nieve para no salir deslizado en dirección a unos abetos. Atento a que no hubiera placas de hielo que le pudieran tirar y lesionar.
Tenía que estar muy atento para trazar el camino y acabar donde quería, en lado de derecho de la colina. Si acaba en el otro lado, el rodeo que tenía que dar hasta el pueblo era mucho más difícil.
EL HOMBRE DEL TRINEO Y LA MEMORIA MUSCULAR 1

La segunda vez que bajaba en el trineo, como había vuelto a nevar tenía que estar de nuevo bien atento. Así bajaba cada semana al pueblo durante el invierno. Bien atento de controlar el trineo para acabar incluso al lado de la tienda de víveres del pueblo.

A la mitad del invierno, aunque aun se seguía depositando nieve, un pequeño surco empezaba a marcarse y era más fácil dirigir el trineo. En estos viajes ya podía estar más atento al precioso paisaje. Antes tenía que mirar al suelo todo el tiempo y tratar de adivinar los próximos peligros que lo podían desviar de su camino.

Como en este punto es  más agradable bajar en trineo y en el invierno hay menos horas de luz, a nuestro hombre de la colina, le  gusta bajar no sólo a la tienda sino también alguna noche a estar con los lugareños en la taberna donde se reunían.

Por fin se creó el camino

Casi al final del invierno el surco era tan claro y profundo que bastaba tirar el trineo cuesta abajo.  Él solito sin tripulante podía llegar a la entrada del pueblo.

EL HOMBRE DEL TRINEO Y LA MEMORIA MUSCULAR 3

Y bajar en el trineo, ya era un juego en el que podía disfrutar de la curvas, del paisaje, de la velocidad, de jugar en suma.

La memoria muscular es lo mismo, al principio hay que prestar mucha atención porque el trineo se va por donde es más fácil pero no por ello más conveniente. Poco a poco el trineo tiene un camino que seguir y nosotros sólo tenemos que estar atentos a ciertos tramos rebeldes. Al final el trineo va sólo y nosotros podemos disfrutar del viaje.

EL HOMBRE DEL TRINEO Y LA MEMORIA MUSCULAR 2

La técnica puede ser aburrida  porque  requiere mucha concentración al principio. Aunque luego ¡FUNCIONA! y el movimiento sale sólo. Para que puedas disfrutar del viaje en el Estudio Lorna Gil con Pilates, perfect ballet body, ballet niños, ballet adultos, acrobacias, gimnasia hipopresiva.

 

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