Lo que más preocupa a papas y mamas en las clases de ballet infantil y pre ballet, es que sus hijos estén en buenas manos pero la verdad es no tienen suficientes conocimiento para evaluar a sus maestros.
Como en los alimentos, la mayoría que encuentras en el supermercado, están llenos de productos químicos que no alteran el sabor ¡Incluso lo mejoran! pero que son nefastos para nuestra salud sobretodo en el largo plazo, para cuando el mal ya está hecho.
En el caso de la danza, donde se trabaja la postura, el cuerpo, la coordinación elegir un buen maestro es primordial, no queremos los indeseables aditivos químicos.
Muchas de nuestras bailarinas llegan a nuestro centro por casualidad. Porque les pilla cerca, les va bien el horario y aunque la comodidad no puede ser la pieza fundamental para elegir una escuela, luego descubren encantadas que tenemos un Método que permite progresar a todos los cuerpos con facilidad.
Puede sonar arrogante pero la mayoría de los maestros si quiera saben que están haciendo daño a sus alumnos. Para ayudar no solo hay que querer si no también saber.
¿Porque decimos esto? No hay maestros que hayan estudiado anatomía y menos anatomía funcional.
Este es el mérito del Estudio Lorna Gil. Sólo conozco otra maestra de maestras que aplica el ballet con salud y lleva a todos sus bailarines a su máximo potencial. Se llama Laura Lopez Osornio y tiene su escuela en Sant Cugat.
Los jardineros y sus plantes
La metáfora es las siguiente: Los profesores de baile son como jardineros especialistas en una planta muy rara y lo saben hacer muy bien con ella, pero cuando les toca cuidar de cualquier otro tipo de planta, aplican los mismos conocimientos y se la cargan. Es triste pero es verdad.
El ballet tiene fama de ser bueno, pero no es así, cuando se aplica a un cuerpo que no es una rara avis. Las típicas lesiones de los bailarines y de quienes dejan de bailar, son de cadera, rodillas y pies. La técnica de la danza se puede aplicar a un cuerpo muy concreto y la mayoría de nosotros no lo tenemos.
Resulta en musculaturas y ligamentos tensionados, y articulaciones retorcidas y comprimidas. Ir a por una buena postura y conseguir toda una serie de compensaciones que te hacen parecer un bonsai.
Lo veo cada día, con personas que me comentan que estuvieron bailando por 11 años, están llenos de compensaciones y posturas militares llenas de tensión y cuando sueltan la barra, su nivel se derrumba a cero.
En mi carrera no sólo me forme con la directora del Ballet de España, puedo entrenar a raras avis con excelentes resultados, también me formé en anatomía funcional lo que no sólo me dio respuesta a muchas preguntas, además me dio herramientas para adaptar la danza clásica a cualquier tipo de cuerpo.
Y esa es mi alegría cuando veo a las peques, ellas aprenderán desde cero sin aditivos. No veas lo difícil que es hacer que una adulta deje de creer en las falacias que aprendió. Lleva años hasta que te dicen: Tienes razón, así se baila mejor y estoy progresando mientras antes estaba atascada, ya no tengo dolores.
Las prueba más veraz son la alegría y las metas conseguidas de mis alumnas la mayoría adultas, con cuerpos poco elasticos, junetes, escoliosis y otras malas posturas.
En el estudio Lorna Gil, entendemos que el cuerpo es como un piano, tiene que estar afinado para después tocar lo que prefieras; una pieza clásica, jazz o pop. Pero un piano desafinado no sirve, hacen falta las clases de ballet, de buen ballet, la base para todo.
En nuestras clases, los peques aprenden bien sobre postura, crecen en coordinación cuerpo mente, descubren que es concentrarse de verdad, se relacionan con el espacio, ganan flexibilidad, memoria coreografía y un largo etc,
Consiguen lo mejor de la danza pero sin los terribles efectos de los aditivos.
Porque ellos vienen por que les gusta y ganan mil habilidades que notarán cuando sean mayores, hacer cosas difíciles que requieren, autosuperación, observación, perseverancia, herramientas que son buenas para la vida, para seguir bailando ballet u otros bailes con la mejor de las bases, o simplemente para tener una postura, flexibilidad y una coordinación envidiable.
Mi amor por la danza que tanto me dio, no podía simplemente descartarla, estaba llamada a trasformarla para poderlo compartir con TODOS.
Si quieres poner a tu peque en buenas manos, que disfrute y que gane solicita tu clase de prueba ahora.
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