A la hora de aprender hay un camino difícil y un camino fácil. ¿Cual escoger?
Te imaginas que tienes que subir una montaña por primera vez … y no estás en forma. Pero decides que para poder llegar a ver las vistas que hay desde la cima, tienes que hacer como todo un experto. Y tomas el camino en el que te puedes ¿matar o lesionar?
Mientras caminas muerto de miedo ¿Que crees que pasara? ¿A que velocidad avanzaras? A lo mejor está tan vertical que ni puedes arrancar el camino.
Eso pasa a los perfeccionista en nuestras clases de Pilates, Ballet o Magic flexibility. Ellos quieren resultados y los tendrán con el Método Lorna Gil. Y no lo decimos nosotros si no nuestros alumnos. Aunque tienen que cambiar la mentalidad.
Bueno voy a chafar el final yo cogería el camino fácil, definitivamente.
Las metas progresivas son más digestivas. ¿Recuerdas tu ultimo empacho?
Muchas veces queremos hacerlo todo bien cuando estamos aprendiendo algo nuevo. Y para poder empezar…. hay que hacerlo mal. ¡Es así! Cuando lo haces mal, haces algo bien seguro y lo que es más importante, haces. Cuando pretendes hacer todo y bien, lo que sueles hacer es nada…. Porque no puedes ni moverte, sin hacer algo fuera de su sitio.
Resulta que se avanza mejor cuando tus objetivos están de acuerdo a tus capacidades.
Un niño puede hacer de padre, irse a trabajar, educar a sus hermanos, pero no está preparado. Pero si este niño lo hace cuando ya es adulto, lo puedo hacer mejor o peor pero ya estará preparado porque habrá adquirido ciertas habilidades de a poquitos.
Es con la práctica y repitiendo, que pasas de empezar haciendo el 80 % del ejercicio mal y el 20% bien, a que terminas el curso haciendo el 80% del ejercicio bien y sólo un 20% mal.
Ah! Se me ha olvidado decir….. que en este planeta desgraciadamente no se puede ser perfecto. Eso que quiere decir que el 80% bien es el tope, equivale al ansiado 100%.
Cuando vas por el camino fácil, sales de la parálisis y te mueves practicas y mejoras.
Cuando vas por el camino difícil, la tensión es tan fuerte que impide que tu cerebro y cuerpo funcionen bien.
¡Empieza ahora a amar tu entrenamiento y amar tu cuerpo, seguro que ellos te recompensarán!