Muchas de las personas que empiezan sus clases de ballet para adultos o de pilates con nosotros no consiguen alcanzarse los pies con las piernas estiradas. En seguida comenzamos a trabajar la flexibilidad…Pero con cabeza.
Y aquí empieza el DESAFÍO «isquiotibiales flexibles».
Estirar las piernas sobre una barra alta requiere mucha flexibilidad inicial y cómo veis en la foto, si no se tiene, el cuerpo produce una compensación en la postura, espalda redonda, que hace que el estiramiento ya no funcione .
Si queremos acelerar el proceso al trabajar la flexibilidad, es muy útil averiguar qué restricción exacta tiene cada persona en su cuerpo que la está limitando en sus estiramientos. En alguna otra parte de la cadena muscular puede haber algo que esté bloqueando nuestra capacidad de flexibilidad. Pueden ser los gemelos y plantas de los pies. Quizás son las lumbares o los malditos trapecios (si tenemos joroba o mucha tensión en la nuca). En los casos que hay escoliosis y chepa también hay que tenerlo en cuenta. Y el piramidal, que aunque no pertenece a esta cadena muscular, puede limitarla de manera importante.
Es un regalo, sólo 5 minutos.
Después de evaluar bien al alumno, conseguimos nuestro desafío: el poder tocarnos los pies con las manos.
Con un estiramiento básico; haciéndolo durante unos 5 minutos, dos veces a la semana, podrás llegar a tocarte los pies. Conoce las claves para lograrlo en este video.