El peligro del espejo en clase de BALLET Y PILATES

No es un secreto que el  ballet y el pilates se trata de consciencia corporal al 100%. A día de hoy, no sabemos salir de nuestro cuerpo para vernos desde fuera, y  por eso el espejo en clase puede ser una herramienta muy útil…pero también puede ser un arma de doble filo.

Con los pequeños bailarines nos ocupamos  con juegos y diferentes estrategias adaptadas a su nivel y edad, de modo que el espejo sea su aliado en el aprendizaje. Sabemos que el aumento de la consciencia corporal,  les ayudará con la buena postura cuando más lo necesiten.

Si somos adultos, cuando elegimos un sitio en clase tanto de pilates como de ballet, a veces no hay espejo (lo que es muy habitual en pilates). En otras ocasiones nos gusta un sitio donde nos vemos de frente o de perfil a este. El caso es que con el tiempo nos habituamos a vernos o no vernos y dejamos de aprender.

El peligro del espejo en clase

El peligro de trabajar sin espejo es que no tenemos retroalimentación visual.  Esto es fundamental para todo que tiene una técnica que aplicar al cuerpo, flexibilidad, ballet fit, pilates, gimnasia hipopresiva ballet para peques y ballet adultos y en especial para las espaldas con escoliosis. Porque sin espejo  no podemos contrastar si lo que estamos haciendo con el cuerpo es lo que sentimos que estamos haciendo.  Así que el espejo sería la base primaria de nuestra aprendizaje.

Ahora bien, hemos elegido un sitio con espejo, y estamos de frente a él, evidentemente nos perdemos la posibilidad de chequear nuestra alineación de perfil. Por ahí pueden colarse compensaciones posturales que no veremos desde el frente. Y viceversa.

Así que ¿Cual es la estrategia? Ir cambiando de lugar de tiempo en tiempo para poder conocernos de frente y de perfil. Así podremos corregir sin compensar.

espejo en clase de ballet

Ahora bien, incluso haciendo esto, el espejo tiene su riesgo. Puede hacer que solo sepamos si estamos bien o mal mirando el espejo. Y el día que subimos al escenario (donde no hay espejo si no una total oscuridad delante de nosotros) descubrimos que no sabemos movernos sin este porque hemos acallado nuestro feedback de propiocepción y no sabemos sentir si lo estamos haciendo bien.

Así que un primera fase,  en Estudio Lorna Gil  apostaríamos por el espejo para aprender y tomar consciencia, en el principio del aprendizaje. El uso del espejo consistiría en ir cambiándonos de sitio para que tanto el profesor como nosotros mismos podamos chequear la alineación de una forma fiel. Al final, en los niveles más altos, elegiríamos no usar el espejo más que a ratos, cuando recibimos una corrección. Así tanto vista, como propiocepción siguen enviando datos a nuestro cerebro en igualdad y nos permiten progresar y bailar.

 

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