Hace un tiempo me sorprendió un email de una alumna de Estudio Lorna Gil, que me preguntaba, cual era la mejor zona para comprar una entrada para ver ballet en Barcelona. Concretamente se trataba del Teatro Liceo. Debido a que para ella era casi una inversión quería que le rindiera y obtener una buena visión del espectáculo.
Al principio pensé que no hacía falta explicar mucho, aunque luego me di cuenta que lo cierto es que hay mucho que explicar, porque hay muchas entradas que pueden ser un desperdicio. Casi el 80% de butacas no son buenas para ver ballet.
En el Liceo de Barcelona se ha echado el ballet de los escenarios a patadas. Una vez lo incendiaron se abrió del debate si construirlo tal como era o como se hacen hoy los teatros. Y se eligió volver a hacerlo igual. ¡Olé tú!
Soy muy fan de la sabiduría ancestral y creo que muchas veces nuestros antepasados eran más sabios que nosotros hoy. En el caso de diseñar los teatros no diría que es así.
Hoy en día, las butacas son las que van en pendiente, de modo que la cabeza de alguien alto no te molesta. Además puedes ver hasta el fondo del escenario, es decir, a todos y cada uno de los bailarines. Antes lo que se hacía, era poner el escenario en pendiente y bastante inclinado por cierto. Y eran los bailarines los que tenían que adaptar su técnica, en vez de a un suelo plano a un suelo inclinado.
En el caso del Teatro Principal de Zaragoza la inclinación es tal que el Ballet de Zaragoza cuando existía tenía una clase para ensayar, con la misma pendiente que en el teatro. Así de jodida era la pendiente…
Los teatros estaban creados para que se paseara e hiciera negocios la alta sociedad. De modo que tenemos salas detrás de los palcos, es decir un espacio que pudiera estar lleno de butacas, que no lo está.
Pero eso no es tan grave porque más de la mitad son palcos laterales. Desde los que ya no ves la mitad del escenario, es decir la mitad del espectáculo. Como se puede ver en la foto del teatro moderno, eso ya no pasa, porque no hay butacas laterales.
La rigidez social marcaba tanto su diseño que había un ascensor que te llevaba directamente a las plantas más altas si tu entrada era barata. Este ascensor no tenía puerta hasta el 5 piso para que no te equivocaras y te acabarás mezclando con quien no debías en las plantas más bajas, con mejores butacas y visión. No sólo eso. El acceso donde presentabas la entrada no era por la fachada si no por un lateral del edificio. ¡¿Mensaje recibido?!
En los preciosos teatros antiguos existen numerosas plantas, 5 ó 6. Desde las más altas, que suelen ser las que están llena de fans de la danza que no pueden pagarse una butaca en platea (a nivel del suelo). Es decir, los verdaderos fans, bien se nota a la hora de los aplausos. Acaban viendo el escenario tan en picado que lo que ven es hormiguitas. Lo bonito es que puedes apreciar las figuras geométricas del cuerpo de baile. A cambio se pierden todos los detalles que pasan de piernas para abajo, si las bailarinas llevan tutú.
Seguimos con el cúmulo de errores que conservan los teatros a la manera clásica. Puedes dejarte el salario pagando una butaca en el Liceo, que es más cara que en Londres (más cara todavía teniendo en cuenta que ellos cobran en libras y sus salarios son más completos) y te puedes quedar sin ver los pies de un bailarín.
Aproximadamente las 10 primeras filas no sirven, porque delante está el foso (donde se esconde la orquesta). Mi solución es ponerme el abrigo en forma de almohada. O si es verano sentarme sobre una de mis piernas, para subir un poco de altura.
Y luego está el colmo de la estafa del último piso. Las butacas sin visión, 30.-€. Si, sin visión. ¿Te imaginas ir al teatro y que hubiera butacas sin sonido? ¿Que no pudieras oír a los personajes? ¿30.-€?
Hablemos ahora de los palcos centrales. Parecen una buena apuesta. Si, si no hay una columna o está la cámara de televisión grabando. La cámara se quita pero la columna te la tragas. En el palco solo sirven las primeras filas, o mejor conoces donde caen las columnas, si estás en segunda o tercera fila.
Un 20% de las butacas son aptas para ballet. El resto son aptas para Ópera, donde entiendo que si no ves la interpretación no importa. Lo que quieres oír es la maestría de la voz.
Justo lo que pasa en el Liceo que hay una amplia programación de operas y una mísera de ballet.
Tienes más posibilidades de fallar que una ruleta rusa. Aunque esperamos que después de leer esta entrada, sepas que el acierto está en butaca ( excepto las primeras filas) y palco central (siempre que sea primera fila).
Sólo me queda desearte ¡Suerte!
