Todos mis esfuerzos han estado siempre en la dirección de democratizar la danza.
Cuando empece a estudiar anatomía empecé a entender porque un 4% podían bailar y el 96% acaban retorcidos como un bonsai, con lesiones de tobillo, rodilla y cadera, atascados en sus metas hasta que finalmente abandonan. Y es que seguir el libro de la danza no garantiza los resultados, más bien al revés.
Con este ejercicio podrás saber si cuando entres en el laberinto de la danza en una escuela que aplica las normas del libro de la danza, saldrás ganadora o perdedora. Es el mismo que utilizan en los conservatorios para saber si los candidatos son aptos para sacar el máximo partido.