En Estudio Lorna Gil llevamos más de una década especializados en el ballet, ballet para adultos y pilates . En estos años hemos cometido errores y por ello también hemos aprendido y avanzado hasta conseguir perfeccionar la metodología.
Siempre he sido una persona perfeccionista, algo mínimamente necesario para que te guste el ballet o el pilates y te enganches. Llegué a pensar que ser perfeccionista era malo en sí mismo, porque para mí nunca era suficientemente correcto y sufría mucho mi humanidad.
Pero cuando escuché un ejemplo sobre lo bueno del perfeccionismo este rasgo de mi personalidad me volvió a cautivar. Escuché «Cuando voy en un avión me gusta pensar que el piloto es del mundo de los perfeccionistas» ¿Te imaginas que el piloto fuera más bien del mundo de los que pasan de los detalles e improvisan?
Aprendí que querer ser perfecto ya era suficiente para poder sentirme bien con mis logros. Y que de verdad se avanza en la vida, aunque no lo parezca. Eso te lo enseña el tiempo por desgracia.
Ahora tengo claro que las cosas salen «pffff» la primera vez; el segundo día un poco menos «pfff»; el tercero ya se parece; el cuarto «¡cómo se parece!»…Y así hasta que un día sale como quería. ¡A por otro reto, que me siento capaz!
Hay que aceptarlo. Eres el único piloto de tu cuerpo. El profe es tu co-piloto pero no puede pilotar. Así que ahí estás solo… y sabes que si entras en el miedo y la parálisis nunca aprenderás qué botón funciona, ni qué hace.
¿De qué sirve un coche aparcado eternamente? Si su función es transportarte.¡ Seguro que quieres cambiar!
Tú como piloto y el instructor como co-piloto podemos hacer un gran equipo. Sólo un compromiso: Hay que probar. Así se sale de la parálisis que provoca el miedo y más tarde o más temprano tu coche te va a llevar de viaje.
Como se educa con el ejemplo y la coherencia creo mi actitud hacia el perfeccionismo y el error como única vía de aprendizaje ha ayudado a mis alumnos a quitarle hierro al asunto de equivocarse.
Me encanta que prueben salga lo que salga. Antes me habría sentido culpable de no haberles explicado todo tan perfecto que les saliera a la primera. ¡Es imposible! Así puedo ver qué no está funcionando y que el piloto ponga la atención sobre ello. ¡Siempre acaban por conseguirlo!
Ahora sabemos bien cuales son los miedos y barreras que tienen los perfeccionistas para empezar a practicar un ejercicio que les gusta, les mantiene en forma y les estimula sus capacidades psico-físicas. Y es el miedo a no poder.
Por eso la metodología del ballet, ballet adultos y pilates en el Estudio Lorna Gil está más que pensada. De hecho hemos aprendido anatomía en profundidad para poder pedir lo que es correcto en cada edad, a cada estilo de cuerpo.
La tensión y el miedo no ayudan al aprendizaje. Así que el ambiente en clase es de comunicación y escucha y nuestros alumnos saben que pueden hacer sus peticiones y expresar sus quejas. Nada más lejos de una relación militar autoritaria, si no una relación de tú a tú.
En estos años de ensayo-error hemos probado muchas cosas y hemos aprendido de nuestros errores. Y es que con un buen maestro, ensayo-error, y con el tiempo sale todo.
Eso quiere decir que amenazo con otra década de aprendizaje junto a vosotros en Estudio Lorna Gil.
